El tiempo se acababa, cada vez quedaban menos oportunidades
para seguir adelante, cada día era peor aunque ella lo vivía con una sonrisa de
oreja a oreja, y por muchas cosas que pudieran pasar seguía sonriente,
intentaba no llorar y resistir la tentación de ir y besar a aquel chico tan guapo,
que de un día a otro había cambiado por completo, que de ser una buena persona
paso a ser un ser casi despreciable pero ella lo amaba, ella daría su vida por él,
ella solo quería estar a su lado.
¿Y qué podía hacer? La misma pregunta se hacía cada mañana
al despertarse, cada noche al intentar no soñar con él, cada vez le veía más
distante, cada vez que él no quería hablarle, cada vez que su sonrisa hacia que
ella fuera un poco más feliz.
Pero como para todo el mundo el tiempo pasaba y se hacía
tarde después de todo ella lucho por el de principio a fin, después de todo lo
ocurrido al final de sus ojos salieron dos lagrimas como si de derramar un rio
se tratara como si esa historia que tanto le costó construir ahora se
destruyera.
Esas noches llorando en su habitación, esas pequeñas cosas
que hicieron que ella fuera feliz, todo tenía que ver con él.
Muchos le decían que
se olvidara pero ella, ella podía hacerlo pero no quería olvidarse de la
persona más importante en su vida, no quería cambiar las cosas porque puede que
si las cambiaba todo iría a peor. Que podría decirle desde aquí desde mi
pequeño mundo solo decirle que animo que siga luchando que solo ella puede
cambiar su destino, le digo que se perfectamente que está mal pero aun así que sonría que jamás se hunda y
que nunca y repito NUNCA dejara de soñar como lo hace.
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